Los amistosos de pretemporada sirven para ganar ritmo y para probar distintas variantes. Justamente de ese modo encaró San Martín de Tucumán el duelo secundario contra Gimnasia y Tiro, en La Ciudadela.
A pesar de que el resultado no fue favorable (cayó 1-0), Diego Flores se mostró activo durante los primeros 45 minutos y no paró ni un segundo de dar indicaciones al equipo.
Durante la etapa inicial, el “santo” apostó al esquema que parece mejor sentarle al entrenador: un 4-3-3 con el objetivo de explotar en mitad de cancha para poder asistir a los delanteros.
El tándem defensivo Diego Mastrángelo-Guillermo Rodríguez no mostró inconvenientes y buscó siempre la salida limpia con Matías Kabalín, una especia de conductor en el equipo alternativo.
El ex Santamarina de Tandil, que integró el medio campo con Alan Cisnero y Gonzalo Gutiérrez -uno de los puntos más altos del equipo- no desentonó en lo que pedía el partido. Kabalín se encargó de brindarle las pelotas más claras a los extremos Joaquín Ibáñez y Nicolás Moreno (se probó en una nueva posición).
Mientras que el capitán de la primera mitad, Guillermo Ferracuti, una grata sorpresa para Flores.
El lateral izquierdo que llegó proveniente de Deportivo Maipú, no se limitó para pasar al ataque y generó un par de centros para Mateo Acosta, que a pesar de haber realizado una muy buena pirueta en una de sus intervenciones, no estuvo fino para convertir.
Si bien el equipo de los suplentes generó las situaciones más claras con un buen juego al ras del piso, no encontró claridad en la recta final. Y a eso lo pagó caro en el complemento.
Como el objetivo es probar las diferentes piezas, el “santo” salió a disputar la segunda mitad con mayoría de jugadores “liguistas” y sin Flores en el banco (lo reemplazó Luis Martínez, DT de las inferiores).
Allí, el “albo” aprovechó la inexperiencia de algunos futbolistas y golpeó. Alejandro Galván provocó un tiro libre e Brian Duarte sentenció el triunfo salteño.